¡Buenas! En la entrada de hoy vamos a hablar sobre la imaginación.
Bien, la imaginación es una de las cualidades más importante del hombre. Lo que hace es recrear imágenes de la realidad que anteriormente nos ha proporcionado la percepción, pero también las puede alterar, o incluso crearlas nuevas. En su faceta más dependiente, está muy ligada a la memoria, ya que si no fuéramos capaces de recordar objetos en ausencia de éstos, la imaginación no sería posible.
Hay dos tipos principales de imaginación:
- Onírica: se da en un estado inconsciente o de sueño, por lo que es involuntaria. Recrea mundos fantásticos, y según algunas teorías, recrea de forma imaginaria e inofensiva nuestros impulsos no conscientes.
- De vigilia: se da cuando estamos conscientes. A su vez puede ser:
- Reproductora, si reproduce imágenes de la realidad que ya se han percibido antes. Su principal función es conocer la realidad, descubriendo las relaciones que mantienen los hechos entre sí.
- Creadora, si crea, inventa o anticipa nuevas imágenes. Es similar a la imaginación onírica pero en estado consciente.
A lo largo de la historia, se ha considerado a la imaginación como una facultad opuesta a la razón, ya que ésta era asociada con lo real y con lo verdadero y la imaginación quedaba relegada al ámbito de la locura y la ilusión.
El filósofo Herbert Marcuse, reivindicó el valor positivo de la imaginación debido a su carácter revolucionario e incorformista. Nos dice que la razón se limita a aceptar la realidad tal y como es, sin embargo, la imaginación no acepta los límites que ésta impone a la felicidad, ya que considera posible el cambio. Por esta razón es una de las cualidades más importantes que tenemos.
Esta opinión sobre el concepto de imaginación, me hizo recordar la película de 'Amélie', una película francesa que no sé si conoceréis, si es que no, aquí podéis ver el trailer.
Personalmente, esta película no es de mis favoritas, no es de esas películas que vería una y otra vez sin cansarme. Pero de todo se puede sacar alguna enseñanza, y lo que nos enseña Amélie es algo bastante interesante. En esta película se nos muestra el maravilloso poder de la imaginación. Se nos muestra como, si nosotros verdaderamente queremos cambiar algo, lo podemos conseguir, solo necesitamos creérnoslo. Y en mi opinión, para poder cambiar las cosas, la imaginación es algo indispensable, ya que cuando la dejamos volar, nos enseña una infinidad de realidades, realidades diferentes a la nuestra, pero realidades que podemos lograr. Simplemente tenemos que dejar de resignarnos, y cuando tenemos una idea, cambiar el '¿Para qué esforzarme si no va a servir de nada?' por un 'Oye... ¿y por qué no?'.
Muchas veces envidio a los niños por ese poder que tienen para imaginar, para crear sus propios mundos y aislarse de la realidad, de las preocupaciones y de los problemas. Es cierto que cuando vamos creciendo, debemos mantener un pie en el mundo real, pero también es importante ser capaces de tener el otro vagando por esos mundos que nos proporciona la imaginación, ya que es el primer paso para hacer que las cosas sean como nosotros queramos que sean.
Bueno, y hasta aquí mi entrada dedicada a la imaginación, esa capacidad que nos permite recrear imágenes, situaciones, objetos, etc. en ausencia de los mismos; esa capacidad que nos permite olvidarnos por un momento de la realidad en la que vivimos y entrar en otra completamente diferente, en un nuevo mundo que es exactamente como nosotros queremos que sea; es esa capacidad que nos hace diferentes del resto de los animales, que nos hace únicos; y por último, esa capacidad que, acompañada de un poquito de esfuerzo, puede ayudarnos a cambiar nuestra vida.
-Inés
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