domingo, 31 de mayo de 2015

SANTO TOMÁS DE AQUINO

¡Muy buenas!
En la entrada anterior os hablé sobre San Agustín y la síntesis que hizo de la razón y la fe. Bien, pues hoy os traigo al representante de la otra corriente filosófica que se dio en la Edad Media, Santo Tomás de Aquino.
Santo Tomás es el máximo representante de la escolástica, corriente que se dio tras la patrística y que da nombre genérico a la filosofía medieval debido a su importancia.
Dentro de la obra de San Agustín me centraré en su síntesis en torno a la relación fe-razón, que como expliqué en la entrada anterior, es la principal preocupación en la filosofía de la Edad Media.

La principal tarea de Santo Tomás fue hacer racional la fe, se encargó de encajar la filosofía dentro de los dogmas del cristianismo.
Antes y después de San Agustín, bullía en la cabeza de muchos pensadores un interrogante: ¿Qué ocurre si las conclusiones de la razón difieren de las verdades reveladas por Dios?
Algunos teólogos, que identificaban el cristianismo con la verdad y el paganismo con la mentira, y que normalmente tenían escasos conocimientos sobre los sistemas filosóficos griegos, repudiaron los contenidos de la razón. Por otra parte, los puelemistas anticristianos rechazaron los contenidos de la revelación por ser irracionales.

En el mundo musulmán se produjo una situación parecida hasta que el pensador árabe Averroes desarrolló la teoría de la doble verdad. Según esta, hay dos verdades, la de fe y la de razón., ambas opuestas e irreconciliables, pero ambas válidas. Esta teoría fue un intento desesperado por defender la autonomía de la razón frente a la fe.


Santo Tomás establecerá una delimitación clara entre razón y fe y negará la doctrina de la doble verdad. Piensa que razón y fe son dos formas de saber que nos proporcionan conocimientos acerca del mundo, y aunque coinciden en esto, tienen muchas diferencias.
Mientras que la fe se origina de la creencia en la revelación divina (carácter sobrenatural) la razón es completamente natural, ya que está basada en las capacidades sensibles e intelectuales del ser humano.
Mientras que la fe nos proporciona conocimiento sobre los seres que quedan al margen de nuestro entendimiento, la razón nos informa de los seres materiales.
Se suele decir que la fe establece los conocimientos de 'de arriba a abajo' (de Dios a los seres concretos) y la razón 'de abajo arriba' (de los seres concretos a Dios).
La razón, por lo tanto, es limitada, ya que no puede conocer una serie de realidades que nos desbordan. Para conocer estas, está la fe. La fe, no suprime a la razón, sino que la complemente y completa.
Sin embargo, hay cuestiones, como el origen del mundo o la inmortalidad del alma, que pueden ser abordadas desde ambas perspectivas. Este es el conflicto que Santo Tomás pretendía  solucionar.

La solución que Tomás plantea es la de que, en primer lugar, la fe tiene que servir de guía e iluminación a la razón.
En caso de incompatibilidad entre las conclusiones racionales y la fe religiosa, las primeras deben ser consideradas como necesariamente falsas, lo que obligará al filósofo a revisar sus razonamientos para detectar dónde se ha equivocado.
La fe, solo le indica a la razón lo que es falso, pero no el camino que seguir.
También nos dice que la razón, puede y debe prestar su ayuda a la fe, ya que la teología puede aprovechar la filosofía para la defensa de los artículos de fe.

Con esta solución la razón obtuvo una autonomía relativa como fuente de conocimiento que para perfeccionarse se apoya en la fe.
Por último, Tomás dijo que los conflictos de surgen entre ambas solo son aparentes, ya que se producen por un uso erróneo de la razón cuando no se recurre al auxilio de la fe.



-Inés

domingo, 17 de mayo de 2015

FILOSOFÍA DE SAN AGUSTÍN: RAZÓN Y FE

¡Buenas tardes! Hoy vengo a hablaros sobre la filosofía de San Agustín.

San Agustín es un pensador que pertenece a la primera etapa de la Filosofía medieval conocida como Patrística.

Durante toda la Edad Media la preocupación principal en la Filosofía, fue el problema de la relación entre razón y fe. Ahora vamos a ver como lo afrontó San Agustín:

Para nuestro pensador, no hay una distinción clara entre razón y fe. 
Existe una sola verdad, y esta es la revelada por la religión. La razón lo que puede hacer es contribuir a comprenderla mejor. 
''Cree para comprender'' nos dice en una expresión de claro predominio de la fe, ya que, sin la creencia en los dogmas de fe no podremos llegar a comprender la verdad, Dios y todo lo creado por Él.
''Comprende para creer'' nos dice en clara alusión al papel subsidiario, pero necesario, de la razón como instrumento de aclaración de la fe: la fe puede y debe apoyarse en el discurso racional. ya que este, si está bien utilizado, no puede estar en desacuerdo con ella.

Esta vinculación entre razón y fe, se mantuvo en el pensamiento medieval hasta que Tomás de Aquino hizo una nueva interpretación.



¡Hasta otro día!

-Inés

domingo, 3 de mayo de 2015

LA REPÚBLICA DE PLATÓN

¡Muy buenas! En la entrada de hoy vengo a hablaros un poco sobre La república de Platón, obra en la que nos describe cómo sería su ciudad ideal.

Comenzaremos aclarando que hubo un hecho que marcó a Platón de por vida y determinó su filosofía: la condena y muerte de Sócrates.
Platón admiraba a Sócrates, por lo que se preguntaba cómo era posible que en Atenas no hubiera sitio para el hombre más sabio y justo que él había conocido. Se dio cuenta de que ''el filósofo solo tiene sitio en la ciudad si se convierte en jefe de ella; de lo contrario, la filosofía pasa a ser una actividad peligrosa''. A partir de esto desarrolló su ciudad ideal, una ciudad perfecta, utópica, en la que podría vivir un hombre como Sócrates y en la que los filósofos serían los gobernantes.

Ahora vamos a ver sus rasgos esenciales:
Esta ciudad es una ciudad simple, donde el hombre vive en sociedad ya que no es capaz de abastecerse por sí solo, por lo tanto, el lazo social no es el miedo, sino la solidaridad. Como el hombre necesita cosas y, como hemos dicho anteriormente, no es capaz de autoabastecerse, se crea la división social del trabajo, de forma que en la ciudad, todo el mundo tiene algo que hacer. Así, poco a poco la ciudad se va haciendo más rica y lujosa. Aparece entonces la clase de los guardianes, que son los encargados de defender la ciudad de los enemigos y de gobernarla, por lo que hay que escogerlos con cuidado de la élite moral y física de los adolescentes. A todos ellos se les da una educación común, que trata de inculcar los valores de la virtud y la justicia. Se comienza por la educación primaria, que se da a todos los niños y consta de música y gimnasia. Después, para los futuros guardianes, se crea la enseñanza secundaria, que les instruye en ciencia y en educación militar. 
Tras 10 años de pruebas morales y ejercicios científicos, los futuros gobernantes se preparan para afrontar la prueba más difícil, la de la filosofía. Si logran pasarla, se convierten en reyes de la ciudad.

Hay que aclarar que los guardianes no dominan la ciudad, sino que la sirven, y para ello tienen que renunciar a todos las riquezas, por lo que su modo de vida no resulta atractivo para algunas personas.

De esta manera, Platón elabora tres clases sociales según los grados de saber: la base económica, los guardianes y los reyes filósofos. A cada una de estas clases, le corresponde un tipo de alma y una virtud, pero no quiero extenderme mucho, así que no entraré en ello.


Por último, decir que, la justicia, sin tener asiento fijo en ninguna de estas tres partes, es la que rige y orienta todo.

Y hasta aquí la entrada de hoy, no he querido entrar en muchos detalles, pero espero que os haya quedado un poco claro qué era para Platón una ciudad ideal.

¡Nos vemos pronto!

-Inés