martes, 9 de junio de 2015

HUME: EL PROBLEMA DE LA MORAL

¡Muy buenas! En la entrada anterior os hablé sobre Descartes, el mayor representante del Racionalismo y padre de la Filosofía Moderna. Bien, pues hoy vengo a hablaros de Hume, el máximo representante del Empirismo, la otra corriente que se dio en la Filosofía Moderna y que defendía la idea de que el origen y el límite del conocimiento está en la experiencia.

Lo primero que hizo Hume fue destruir las bases racionalistas de la Filosofía con su problema del conocimiento, pero yo hoy os quiero hablar de su problema de la moral. 


Hume comienza su revisión crítica de la ciencia moral, haciendo una crítica al racionalismo moral. Comienza haciendo un estudio detallado de qué se entiende por moral. Así, la definición de un código moral va a incluir dos supuestos básicos: por un lado, es un conjunto de juicios a través de los cuales se expresa la aprobación o reprobación de ciertas conductas y actitudes; y por otro, es algo que nos llama a actuar de un modo determinado.
Desde los griegos, se había extendido la idea de que la distinción entre lo bueno y lo malo moralmente, es una distinción basada en la razón. Es decir, la razón nos permite conocer el orden de la naturaleza y luego, ver si nuestras acciones se adaptan o no a ese orden. Por lo tanto, los juicios morales, la discordancia o concordancia de nuestras acciones con el orden natural, están basados en la razón.
Hume es contrario a esta idea. Dice que la razón no puede determinar ni impedir nuestro comportamiento, por lo que los juicios morales, que precisamente son los que determinan o impiden nuestro comportamiento, no pueden provenir de la razón.
Según Hume, la razón solo nos informa de un hecho determinado, de lo que está sucediendo, pero no nos dice si ese hecho es bueno o malo ni nos mueve a actuar. Lo que nos mueve a actuar son los sentimientos que despierta en nosotros el hecho en cuestión, si nos despierta sentimientos de aprobación o de desaprobación, si el hecho nos parece agradable o desagradable. Por esto se dice que la moral de Hume es emotivista.
Este sentimiento moral es natural y desinteresado y se funda en la utilidad y en la simpatía.
Aquellas acciones que más placer nos vayan a dar (útiles), son las que tenemos que realizar, pero en este pensamiento, tiene que entrar en juego el cálculo. Por ejemplo, puede que robar nos produzca placer a corto plazo, pero tenemos que pensar que si todo el mundo robara, la convivencia sería imposible.
Por otro lado está la simpatía, que es la capacidad de los hombres para participar en los sentimientos de los demás. Con la simpatía el sentimiento moral pasa a ser intersubjetivo, con lo que las reglas morales, se hacen pensando en el bien común.


Bueno, y aquí está explicada a grosso modo la moral de Hume, espero que lo hayáis entendido.
¡Hasta otro día!

-Inés

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