¡Hola de nuevo!
Como habréis podido averiguar por el título, esta es una entrada de despedida.
De despedida porque esto se acaba, de hecho, ya se ha acabado. Hoy he hecho mis dos últimos exámenes y puedo decir que he terminado primero de Bachillerato. Parece mentira que ese momento tan lejano, que parecía que no iba a llegar nunca, ya esté aquí. Y he de decir que ha llegado sin darme cuenta. Es cierto que pensaba en él día tras día, pero es que hace nada estaba dando la bienvenida al 2015, y de repente, fin de curso. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo.
Este curso para mí ha estado lleno de novedades: nuevo instituto, nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevo ciclo... Pero cuando me pregunto si me arrepiento de haberme cambiado de colegio, la respuesta es un rotundo no. Es cierto que echo de menos mi antiguo colegio, simplemente por el hecho de haber estado allí tantos años y tener a mis amigos de toda la vida. Pero siempre es bueno cambiar de aires, y gracias a este cambio he conocido a personas increíbles, que me han ayudado a adaptarme desde el primer día y que han hecho que este curso lleno de agobios, no haya sido tan malo. Personas que al llegar por la mañana, cuando vas muerta de sueño, te llenan con su alegría, y eso es algo que yo, personalmente, aprecio mucho. Además, creo que rodearte de personas bonitas influye en que tú también lo seas.
Por otro lado, la parte mala de Bachiller, es eso, Bachiller. Mucho temario, mucho que estudiar, y presión por sacar buena nota, lo que conlleva a un agobio constante, como ya he dicho antes. Gran parte del agobio me lo he creado yo sola, por exigirme lo que me exijo, no me gusta que me salgan mal las cosas, y eso agota. Pero es algo que poco a poco estoy intentando cambiar.
Posiblemente si esta entrada la hubiera escrito en cualquier otro momento del curso, se me hubieran ocurrido muchas más cosas para expresar el agobio que he sentido, pero la estoy escribiendo ahora, viernes 12 de junio, cuando ya está todo acabado, y yo estoy relajada, por lo que este párrafo concluye aquí.
Y por último quiero hablar sobre esto, sobre este blog.
Cuando a principio de curso la profesora de Filosofía nos dijo que nos teníamos que abrir un blog me gustó mucho la idea, y no me ha decepcionado. Nunca había escrito en Internet, y aunque solo lo lean una o dos personas, es algo que me hace sentir bien. Saber que alguien va a leer lo que estás escribiendo, te motiva a hacerlo de la mejor manera posible. Por eso he intentado hacer cada entrada con dedicación, cambiando varias veces la misma palabra, los espacios, los puntos, las comas, el tema del blog y una infinidad de cosas que parecen insignificantes, pero que en conjunto quedan bien. Y aunque las entradas solo las vaya a leer mi profesora, y de los cambios que hago en el diseño solo me vaya a dar cuenta yo, me gusta hacerlo, porque es algo que es mío y me gusta que sea bonito.
Bueno, y hasta aquí el blog de la Filosofía de Inés, ha sido un placer compartir mis pensamientos durante 9 meses. ¡Hasta siempre!
-Inés
Se acaba el presente curso, pero no se acaba la Filosofía, ni siquiera académicamente para ti. Quizá el curso que viene estarás muy ocupada estudiando, y tendrás menos tiempo para escribir, pero este siempre puede ser un espacio donde reflexionar filosóficamente sobre aquello que consideres interesante y relevante, y quieras compartir.
ResponderEliminarGracias por tu gran trabajo
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