El principio de incertidumbre de Heisenberg se encuentra dentro de lo que conocemos como mecánica cuántica.
Fue formulado en 1926, y afirmaba que la relación entre observador y objeto observado (que es obligatoria) altera las condiciones del objeto observado, con lo que produce incertidumbre: no sabemos cómo se comporta el objeto en ausencia del observador. Vamos a verlo más claro con un ejemplo cotidiano: si queremos medir la temperatura del agua de una bañera, introduciremos un termómetro que estará alterando esa temperatura que queremos medir. Bien, esto que parece que en los procesos cotidianos es irrelevante, adquiere una especial importancia a nivel subatómico, ya que cualquier alteración, por mínima que sea, es significativa. Por ejemplo, si queremos medir la posición de un electrón, dispararemos un fotón de luz, que chocará contra el electrón y modificará su velocidad de una manera imprevisible. De este modo, resulta imposible hacer predicciones exactas, con lo que la ciencia dejaría de ser determinista, como se venía diciendo en el paradigma anterior, procedente de la Revolución Científica del Renacimiento.
De este principio, surgieron dos bloques de interpretaciones:
- Interpretaciones realistas: dicen que el principio de incertidumbre refleja algo que realmente ocurre en el mundo subatómico, en el que no se puede predecir con certeza, solo con probabilidad, y que por consiguiente, en el mundo supraatómico sucede lo mismo. Lo que pasa es que en el mundo supraatómico, la probabilidad de que los fenómenos se produzcan de una forma regular aumenta.
- La segunda interpretación es aquella que admite la incertidumbre pero ligada a la figura del observador. Es decir, dice que si fuera posible eliminar la figura del observador o hacerla neutra, el mundo de las partículas sería tan determinista como afirmaba la mecánica clásica.
Al conocer este principio de incertidumbre, surgió la duda de si la ciencia iba a dejar de ser eficiente. Pero, al contrario de lo que se podía pensar, la ciencia no solo ha sido capaz de superar esta incertidumbre, sino que se ha hecho más eficaz.
Esto se debe a que el principio de incertidumbre solo es importante a nivel subatómico, como hemos explicado anteriormente, por lo que solo se ha tenido en cuenta en las investigaciones a ese nivel. La incertidumbre disminuye según aumenta la masa, con lo que, en el resto de los ámbitos, es insignificante.
Para finalizar, diremos que la aparición de la mecánica cuántica y con ella del principio de incertidumbre ha supuesto un gran avance en todos los ámbitos de la ciencia.