domingo, 26 de octubre de 2014

FILÓSOFOS DE LA CIENCIA

¡Buenos días a todos!

En la entrada de hoy vengo a explicaros un poco a cuatro filósofos de la ciencia que hemos estudiado en clase.


Popper: para Popper el problema es la contrastación de una hipótesis en el método hipotético -deductivo (método por el que se guía actualmente la ciencia). Su pregunta es la siguiente: ¿cuántos casos debemos contrastar para considerar una hipótesis como válida? Y como solución a esta pregunta propone la falsación. La falsación consiste en que en vez de buscar que la hipótesis se confirme en muchos casos, se busca uno en el que no lo haga, y cuando se encuentra, la hipótesis es falsada y se deja de considerar válida, hasta ese momento se considera ley científica y es aceptada. Popper tiene una postura progresista con la que afirma que falsar una teoría no es algo negativo, sino que sirve para proponer otra que sea mejor.



Lakatos: toma como punto de partida el falsacionismo y afirma que cuando hay dos teorías que explican lo mismo, triunfa aquella que es más progresista, es decir, que explica más cosas y es capaz de conducir a nuevos descubrimientos.




Kuhn: critica la visión progresista de los falsacionistas. Para Kuhn, falsar una teoría no significa que sea sustituida por otra mejor, simplemente por otra diferente. Por lo tanto, no hay progreso ya que no existe una razón lógica para considerar una forma de concebir la realidad mejor que otra.





Feyerabend: considera que no hay progreso y que la ciencia no es una forma de saber más válida que otras. Además está en contra del método científico, dice que si analizamos la historia de la ciencia nos daremos cuenta de que los descubrimientos más importantes no han seguido este método, sino que se han producido por errores de los científicos, También afirma que lo que se hace cuando interesa defender una determinada teoría es manipular los hechos. En resumen, es un anarquista metodológico.



-Inés

sábado, 25 de octubre de 2014

UNA MENTE MARAVILLOSA

¡Hola a todos!

El otro día tuve algo de tiempo libre y decidí ver una película que me recomendó mi profe de Filosofía. Esta película se titula ‘Una mente maravillosa’ y es de lo que os vengo a hablar hoy. Aviso de que probablemente haya algún spoiler.


La película nos cuenta la historia de John Nash, creador del ‘Equilibrio de Nash’ y ganador del premio Nobel de Economía en 1994. Al principio de la película se nos muestra a Nash como una persona con una mente privilegiada pero con 0 habilidades sociales. Se casa con una de sus alumnas de la universidad, y al año de estar casados, le diagnostican esquizofrenia, con lo que su vida cambia completamente.

John Nash

Esta película ha hecho que me acerque un poco más a la esquizofrenia, y me ha hecho ver que nos puede tocar a cualquiera. Pero lo más importante que me ha enseñado es el gran poder que tiene la mente humana. Nash es un hombre extremadamente inteligente y al principio no asume su enfermedad, pero luego se da cuenta de que ve a una niña que no crece con el paso de los años, por lo tanto es imposible que sea real. Así y con ayuda de su mujer, que nunca le deja solo, aprende a diferenciar lo real de lo imaginario. Además, consigue vivir controlando sus imaginaciones. Todo esto lo hace sin medicación (ya que decide dejar de tomarla porque le anula completamente), simplemente con el poder de su mente y con la ayuda de su mujer, lo que también me enseña que siempre es importante el apoyo de las personas que nos quieren, que no podemos hacer todo solos. También se nos muestra como Nash avanza en sus relaciones sociales a lo largo de la película, ya que al principio vemos como es incapaz transmitir bien los conocimientos a sus alumnos, y al final, con la ayuda de su mujer y al ir conociendo poco a poco su propia mente, consigue ser un excelente profesor.

En resumen, la película nos muestra exactamente lo que dice el título, lo maravillosa que puede llegar a ser la mente humana.



 -Inés



miércoles, 22 de octubre de 2014

LA CIENCIA EN NUESTRA SOCIEDAD

¡Buenas días!

En la entrada de hoy vengo a hablaros sobre la ciencia en nuestra sociedad, un tema que es bastante amplio, así que me intentaré centrar en algo concreto.

Creo que todos sabemos que la ciencia es algo muy importante, el mundo se mueve gracias a ella. Es increíble lo rápido que avanza todo, hoy en día podemos hacer cosas que hace 50 años eran impensables. Las generaciones más jóvenes no nos damos cuenta, pero si te paras a pensarlo, es increíble que, por ejemplo, podamos estar en contacto con cualquier punto del planeta a tiempo real con un aparato no más grande que una mano.

Creo que también todos sabemos que todo este avance que estamos viviendo, está afectando muy negativamente a nuestro planeta, pero no es esto en lo que quiero centrarme.

Hoy en día, todo está influido por los intereses económicos, y la ciencia no se libra. ¿Qué mejor manera hay de hacernos creer algo, que decir que lo ha dicho una persona importante del mundo de la ciencia? Ninguna, ya que, cuando oímos algo que ha dicho un científico, lo asumimos inmediatamente. Un ejemplo muy claro de como se usa la ciencia en función de esto es el tema relacionado con los alimentos: si ahora mismo interesa que los ciudadanos compremos un producto específico, aparecerán estudios diciendo que se ha descubierto que ese producto es muy bueno para la salud, y si dentro de unos años ya no interesa vender eso, aparecerá otro científico diciendo que se ha descubierto que ese alimento no es tan beneficioso como se pensaba y que por el contrario hay otro alimento sí que tiene beneficios para nuestra salud y que por lo tanto, debemos consumir. Y así siempre. Con esto me doy cuenta de lo manipulables que somos, ya que nos tragamos todo lo que sale en los medios de comunicación que haya dicho un científico (bueno, nos solemos creer todo lo que sale en los medios, lo haya dicho un científico o no). Esto se debe a que actualmente, la ciencia es el argumento de mayor validez y a que tiene un lenguaje muy específico que la mayoría de la gente no entiende, por lo que no nos queda más remedio que aceptarlo. 

Todo esto, tiene repercusiones negativas para la ciencia, ya que, en mi opinión, cuanto más politizada esté, menos validez tiene.


-Inés